La Carta de la Semana

Hola amig@s y compañer@s,
Me pregunto qué tiene que ver Dios para ser sujeto de las escusas de muchas personas. Nadie ignora los mandamiento ni ignora donde encontrarlos. Somos victimas de nuestro sistema, si no elige en la vida, la vida eligirá para tí.
Hay gente que culpa a la sociedad y me pregunto si un vecino te a empedido de respirar, o si es tu abuela la que te obliga a perder tu tiempo delante de tu televisor, Otros culpan al Gobierno, bien. El gobierno pone las normas y las leyes, quien es el Gobierno? tu, yo, ella. Quienes son los y las que deben respectar y aplicar estas normas, tu vecino si, tú NO. Que te crees???
El problema del hombre no es el Dinero sino los pensamientos. El que tiene hambre de verdad va por la comida y no pone escusas. El conformismo es una enfermedad mental que empobrece al hombre y a su entorno.
Los triumfadores son los que agradecen a Dios y a la humanidad por lo que tienen, son los que derotan las dificuldades para conseguir el éxito, son los que compiten en todo, son los que aman y dejan amar.
Para tener éxito en cualquier campo, hace falta aprentizaje, esperiencia, practica, paciencia, perseverancia, determinación y diversión.
Un Saludo,
Dimitri A.

Los 7 temores Básicos

Hay siete temores básicos que todo ser humano sufre en una u otra ocasión, ya sea por la presencia uno de ellos o en una combinación de los mismos. Cualquier persona sería afortunada si no sufriera de lo seis. todos los demás temores son de menor importancia, todos ellos pueden ser agrupados bajo estos seis epígrafo. Citados por orden en que suelen aparecer, son:

Temor a la POBREZA
Temor a la CRÍTICA
Temor a perder su SALUD

Temor a perder su LIBERTAD
Temor a perder el  AMOR 
Temor a la VEJEZ
Temor a la MUERTE

Los temores son nada más que estado de la mente, todo ser humano tiene la habilidad de controlar su propia mente por completo. Eres dueño o dueña de tu estado mental. 

La clave reside en el ESTIMULO. Adquiere el hábito de estimular a sí mismo con una Actitud Mental Positiva a voluntad. Utilise el ingrediente mágico: LA ESPERANZA